…me acerco para calmar la sed, y en las aguas tranquilas del arroyo cuando me acerco a beber, veo a los pequeños pececillos nadando cercanos a la orilla, indefensos, y pienso en la primera vez que te tuve entre mis brazos, apenas si tenías media hora de vida, tus pequeños ojitos cerrados, dormitabas junto a mi pecho, pensé, no estoy preparado para guiarte hasta que tengas tu propio camino, mas adelante cuando acariciabas mi rostro mientras serena y tranquila buscabas el momento del sueño relajado, mirándome fijamente hasta quedar rendida, pensé en que algo tuve que hacer bien a lo largo de mi vida para que me regalaran con tu existencia, aún hoy años mas tarde te sigo viendo como aquel bebe que un día tuve entre mis brazos, que todavía me acaricia el rostro mientras le cuento una historia para dormir…